29/04/19
La Sostenibilidad de la Digitalización
Estamos claramente en la época de la digitalización, una nueva era en la que lo digital transforma, cambia, acelera o simplemente actualiza no solo la estrategia de las empresas sino los hábitos de consumo y la forma en la que nos relacionamos. Pero, como en todas las revoluciones, existen efectos "colaterales" que hay que tener en cuenta y sin los cuales esta revolución no sucederá o, como mínimo, no contribuirá al desarrollo necesario de la especie humana.
Defino los "efectos colaterales" como la sostenibilidad de la digitalización, es decir, "que se puede sostener", "que sea compatible con los recursos disponibles de una región". Para que la digitalización sea sostenible hay que tener en cuenta el tiempo con el que contamos y tener claros los recursos disponibles o que necesitamos. Por ejemplo, la digitalización nos lleva a incrementar la compra de productos a distancia. Pero, la pregunta es si disponemos de los recursos urbanos suficientes para que se pueda sostener (nuestras calles y avenidas soportan el incremento de vehículos para el transporte de estos productos, la contaminación ambiental soportará el aumento de uso de carburantes para estos vehículos, el modelo de mercado laboral soportará la reducción de costes en la entrega de productos para poder mantener los precios, etc.).
Y, creo que este es un tema crucial para poder valorar en toda su amplitud la sostenibilidad de la digitalización. Por ese motivo, impulsado por un humilde espíritu de contribuir al debate, me propongo escribir diferentes artículos vinculados a esta sostenibilidad. En concreto (y sin ser una lista exhaustiva):
1. Sostenibilidad urbana. La digitalización implica la compra-venta de productos a distancia (ecommerce) y esto conlleva a retos para la movilidad, la contaminación, etc. Es decir, a retos para las ciudades.
2. Medioambiental. La producción de dispositivos y el marketing para cambiarlos aunque no hayan quedado obsoletos plantea retos alrededor de las materias primeras para su producción en cuanto al desarrollo de las fábricas.
3. Social y urbana. Dónde se ubica el talento y en qué condiciones. Por ejemplo, Nueva York rechaza la instalación de la segunda sede de Amazon en Estados Unidos dado que no acepta las condiciones relacionadas con los beneficios fiscales que solicita el gigante digital.
4. Laboral. Amazon demanda trabajadores no sindicados y Glovo crece gracias a autónomos.
5. Ejes comerciales. La digitalización provoca la desertización de los ejes comerciales, la homogeneización de los puntos de venta.
6. Formación laboral. Se buscan perfiles especializados de manera que se forman en capacidades digitales los perfiles de top management de las organizaciones, pero no los perfiles más bajos.
7. Modelos económicos. Se plantean de forma necesaria la sostenibilidad de las empresas locales, tradicionales.
8. Política económica. Nos obliga a plantear la sostenibilidad de las estructuras estatales y de sus economías frente a grandes empresas globales que eligen dónde hacer frente sus obligaciones fiscales.
9. Ética. ¿Cómo gestionamos los datos (su acceso, gestión y manipulación) a nivel global?
En resumen, no se trata de una crítica al modelo digital, y menos viniendo de alguien como yo que dedica toda su energía profesional (y parte de la personal) a aportar valor a través de este modelo, sino más bien se trara de una aproximación reflexiva hacia su sostenibilidad.
Defino los "efectos colaterales" como la sostenibilidad de la digitalización, es decir, "que se puede sostener", "que sea compatible con los recursos disponibles de una región". Para que la digitalización sea sostenible hay que tener en cuenta el tiempo con el que contamos y tener claros los recursos disponibles o que necesitamos. Por ejemplo, la digitalización nos lleva a incrementar la compra de productos a distancia. Pero, la pregunta es si disponemos de los recursos urbanos suficientes para que se pueda sostener (nuestras calles y avenidas soportan el incremento de vehículos para el transporte de estos productos, la contaminación ambiental soportará el aumento de uso de carburantes para estos vehículos, el modelo de mercado laboral soportará la reducción de costes en la entrega de productos para poder mantener los precios, etc.).
Y, creo que este es un tema crucial para poder valorar en toda su amplitud la sostenibilidad de la digitalización. Por ese motivo, impulsado por un humilde espíritu de contribuir al debate, me propongo escribir diferentes artículos vinculados a esta sostenibilidad. En concreto (y sin ser una lista exhaustiva):
1. Sostenibilidad urbana. La digitalización implica la compra-venta de productos a distancia (ecommerce) y esto conlleva a retos para la movilidad, la contaminación, etc. Es decir, a retos para las ciudades.
2. Medioambiental. La producción de dispositivos y el marketing para cambiarlos aunque no hayan quedado obsoletos plantea retos alrededor de las materias primeras para su producción en cuanto al desarrollo de las fábricas.
3. Social y urbana. Dónde se ubica el talento y en qué condiciones. Por ejemplo, Nueva York rechaza la instalación de la segunda sede de Amazon en Estados Unidos dado que no acepta las condiciones relacionadas con los beneficios fiscales que solicita el gigante digital.
4. Laboral. Amazon demanda trabajadores no sindicados y Glovo crece gracias a autónomos.
5. Ejes comerciales. La digitalización provoca la desertización de los ejes comerciales, la homogeneización de los puntos de venta.
6. Formación laboral. Se buscan perfiles especializados de manera que se forman en capacidades digitales los perfiles de top management de las organizaciones, pero no los perfiles más bajos.
7. Modelos económicos. Se plantean de forma necesaria la sostenibilidad de las empresas locales, tradicionales.
8. Política económica. Nos obliga a plantear la sostenibilidad de las estructuras estatales y de sus economías frente a grandes empresas globales que eligen dónde hacer frente sus obligaciones fiscales.
9. Ética. ¿Cómo gestionamos los datos (su acceso, gestión y manipulación) a nivel global?
En resumen, no se trata de una crítica al modelo digital, y menos viniendo de alguien como yo que dedica toda su energía profesional (y parte de la personal) a aportar valor a través de este modelo, sino más bien se trara de una aproximación reflexiva hacia su sostenibilidad.