Del MWC Barcelona de este año hemos salido con una certeza: ha sido el Mobile menos "mobile" de la historia. La tecnología lleva tiempo redefiniendo los paradigmas tradicionales del negocio, y la irrupción real y absolutamente transversal de la inteligencia artificial está intensificando esta capacidad transformadora.

Desde que a finales de 2022, ChatGPT irrumpió en la sociedad para revolucionarlo todo, hemos entrado de lleno en la era de la IA generativa. La capacidad disruptiva de una tecnología se consolida cuando hay una adopción masiva de la misma y, además, logra cambiarnos las rutinas (de proceso, de negocio, de creación de contenidos, de búsqueda de información, de interacción...) en tiempo récord. Hablamos de entornos, herramientas, agentes y prompts como hace unos años hablábamos de la última app, pero ahora con una ambición añadida: ya estamos entrenados en la digitalización y transformación de nuestras vidas y empresas. Dejaremos para otra ocasión la importante reflexión geopolítica y socioeconómica que esto implica, y nos centraremos en su impacto en los negocios.

En el Mobile de este año hemos ido más allá del discurso y la tendencia, y hemos constatado lo relevantes que pueden ser los agentes de IA para resolver problemas complejos de forma flexible, razonando y planificando, más allá del simple procesamiento de datos. Es decir, en solo tres años hemos desarrollado soluciones inteligentes (agentes de IA) que, de manera escalable, pueden asumir tareas que requieren acciones cognitivas: resolución de incidentes, diseño y ejecución de estrategias, mejora del servicio al cliente o contratación de cualquier tipo de servicio. Estos agentes de IA llegan con la capacidad de adaptarse a distintos escenarios y responder a un mercado en constante cambio.

En el congreso, hemos visto agentes de IA con suficiente madurez como para generar ventajas competitivas temporales (¡todo es temporal en esta era!), capaces de transformar empresas y sectores.

La interacción por voz con los agentes de IA ya es una realidad, lo que elimina las barreras de conocimiento relacionadas con el prompting y el miedo a no saber utilizar estas tecnologías. Ahora podemos hablar con ellos y pedirles, por ejemplo, que actúen como nuestro asistente personal para reservarnos una noche de hotel en París, encontrar los vuelos más económicos y planificar una ruta personalizada para el fin de semana según nuestros intereses. Todo sin mover un dedo, solo hablando.

Más allá de la curiosidad y los usos personales, la verdadera revolución de los agentes de IA se dará en el ámbito empresarial, donde este grado de automatización derivará en mayor eficiencia en todo tipo de procesos. Contar con agentes de IA personalizados, adaptados a las necesidades y peculiaridades de cada empresa, ya no es solo un caso de uso, sino una realidad. Esto permitirá transformar procesos internos, desde adaptar documentación a distintos marcos legales internacionales, realizar actualizaciones en tiempo real en función de las fluctuaciones del mercado, resumir documentos o incluso gestionar las solicitudes de vacaciones automáticamente.

El ecosistema de agentes de IA empresarial que está emergiendo cambiará las arquitecturas empresariales actuales. El desafío es real y hay que afrontarlo de manera activa, participando y creando soluciones adaptadas a las necesidades reales de nuestras empresas.

Ah, y todos estos agentes pueden construirse utilizando diferentes ecosistemas de IA: OpenAI, Copilot, Gemini, Llama, DeepSeek, Mistral.... La batalla por la infraestructura dominante sigue totalmente abierta.

Se avecinan tiempos apasionantes para los exploradores de nuevas oportunidades, tiempos en los que el mayor riesgo es no hacer nada.

¡Adelante!